La semana pasada veíamos que el hombre es un ser que vive en sociedad. Y decíamos que la sociedad trasmite cosas buenas, pero también cosas malas. Vivimos en una sociedad en la que todo va muy rápido, lo que fomenta tener una actitud poco crítica. De ahí que muchas veces nos creamos lo primero que se oye en las noticias, en las redes sociales... No nos paramos a pensar si lo que se dice es verdad, no se investiga, no se profundiza. Asumimos la información sin ningún tipo de filtro. Y así, normal que haya muchas ideas equivocadas. Dos concepciones que suelen ser erróneas son las que se tiene sobre Dios y la Iglesia. Y entre otras razones, puede ser porque uno no se lo haya planteado seriamente, o porque los católicos no hemos sabido transmitirlo correctamente.
Atrévete a pensar |
Es cierto que el mal, el pecado, es una realidad en la vida de la Iglesia, en los cristianos. ¿Y en qué sitio no? Todos hacemos cosas mal, es algo normal. Porque tenemos una naturaleza herida. Esto es importante para entender el mensaje de la Iglesia, que no es otro que anunciar a Jesucristo, que está vivo entre nosotros. El mensaje es que Dios existe y nos ama a cada uno con locura. Y para todos los hombres descubrieran su amor, ha querido contar con gente pecadora. Pecadora, pero amada por Dios.
En el caso de que los católicos no hemos transmitido bien lo que somos, invito a revisar profundamente nuestra actitud y nuestro comportamiento. Porque a veces damos una imagen que no es acorde con lo que somos. Mucha gente tiene una idea equivocada de lo que es Dios y la Iglesia por lo que han visto en nosotros. No somos mejores que los demás. Hacemos cosas mal igual que todo el mundo. Y hemos de reconocerlo. Pero también hay que reconocer que "hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él" (1Jn 4, 16). Y estamos llamados a transmitirlo a los demás, a amarles como el mismo Cristo nos amó. [Aprovecho para dejaros, en relación al amor de Dios, el Mensaje para la Cuaresma del año 2013. Además, mañana es Miércoles de Ceniza y comienza la Cuaresma, un tiempo de conversión].
Como resumen y complemento, os dejo un vídeo que a mí me ayuda mucho. Ayuda a ver que es importante plantearse en serio las cosas, sobre todo las cosas más relevantes de la vida, y ser coherente. Revisemos nuestra vida, miremos a ver si tenemos un sano espíritu crítico, una pasión sincera por buscar la verdad. Y dejémonos llevar por ella. A pesar de nuestra debilidad.