martes, 28 de febrero de 2017

¿En qué Dios y en qué Iglesia no crees?

La semana pasada veíamos que el hombre es un ser que vive en sociedad. Y decíamos que la sociedad trasmite cosas buenas, pero también cosas malas. Vivimos en una sociedad en la que todo va muy rápido, lo que fomenta tener una actitud poco crítica. De ahí que muchas veces nos creamos lo primero que se oye en las noticias, en las redes sociales... No nos paramos a pensar si lo que se dice es verdad, no se investiga, no se profundiza. Asumimos la información sin ningún tipo de filtro. Y así, normal que haya muchas ideas equivocadas. Dos concepciones que suelen ser erróneas son las que se tiene sobre Dios y la Iglesia. Y entre otras razones, puede ser porque uno no se lo haya planteado seriamente, o porque los católicos no hemos sabido transmitirlo correctamente.

Atrévete a pensar
En el primer caso, en el de los que no se lo han planteado en profundidad, invito a tener una actitud abierta, a tener el corazón abierto a la sorpresa. Muchas veces pensamos que algo es malo, porque así nos lo han transmitido, o porque así lo hemos percibido. Pero cuando lo conocemos realmente, nos llevamos una grata sorpresa. Por eso invito a conocer a Dios y a la Iglesia de verdad. Con una actitud crítica, pero buscando la verdad.

Es cierto que el mal, el pecado, es una realidad en la vida de la Iglesia, en los cristianos. ¿Y en qué sitio no? Todos hacemos cosas mal, es algo normal. Porque tenemos una naturaleza herida. Esto es importante para entender el mensaje de la Iglesia, que no es otro que anunciar a Jesucristo, que está vivo entre nosotros. El mensaje es que Dios existe y nos ama a cada uno con locura. Y para todos los hombres descubrieran su amor, ha querido contar con gente pecadora. Pecadora, pero amada por Dios.

En el caso de que los católicos no hemos transmitido bien lo que somos, invito a revisar profundamente nuestra actitud y nuestro comportamiento. Porque a veces damos una imagen que no es acorde con lo que somos. Mucha gente tiene una idea equivocada de lo que es Dios y la Iglesia por lo que han visto en nosotros. No somos mejores que los demás. Hacemos cosas mal igual que todo el mundo. Y hemos de reconocerlo. Pero también hay que reconocer que "hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él" (1Jn 4, 16). Y estamos llamados a transmitirlo a los demás, a amarles como el mismo Cristo nos amó. [Aprovecho para dejaros, en relación al amor de Dios, el Mensaje para la Cuaresma del año 2013. Además, mañana es Miércoles de Ceniza y comienza la Cuaresma, un tiempo de conversión].

Como resumen y complemento, os dejo un vídeo que a mí me ayuda mucho. Ayuda a ver que es importante plantearse en serio las cosas, sobre todo las cosas más relevantes de la vida, y ser coherente. Revisemos nuestra vida, miremos a ver si tenemos un sano espíritu crítico, una pasión sincera por buscar la verdad. Y dejémonos llevar por ella. A pesar de nuestra debilidad.


martes, 21 de febrero de 2017

¿Sociedad humanizadora?

En la entrada anterior hablábamos sobre la familia y la educación, y cómo la sociedad muchas veces no ayuda nada. En esta entrada vamos a ver cómo es está sociedad y porqué falla en la educación.

Lo primero que hay que decir es que el hombre necesita de la sociedad, y la sociedad necesita al hombre. Hay una estrecha relación entre ambos (cf. Gaudium et Spes 25). Es evidente que el hombre es un ser social por naturaleza. Por eso la sociedad ayuda y es necesaria.

El hombre es un ser social por naturaleza.
Sin embargo, a veces encierra muchos peligros. Hay circunstancias sociales que con frecuencia nos apartan del bien y nos llevan a hacer el mal. Hay estructuras económicas, políticas y sociales que favorecen el mal, el pecado. Por ejemplo, se promueve el relativismo, el todo vale. No hay verdad, ésta es lo que tú dictes. Y si promueves la verdad, te tachan de intolerante. Se promueve ese pensamiento único: si te sales de lo políticamente correcto, es que eres un intolerante y estás intentando imponer tu verdad. También se promueve la autonomía absoluta del hombre, como si no dependiera ni de Dios ni de los demás. En muchos sitios los ricos se hacen cada vez más ricos, y los pobres cada vez más pobres. Y como esto, muchas cosas más.

¿Qué pasa aquí? ¿Estamos acertando? Todo esto, ¿facilita una verdadera vida humana? Porque para eso está la sociedad, para que los hombres se desarrollen como lo que son: hombres. Y viendo lo que pasa en el mundo, hay cosas que son alarmantes. Algo se debe estar haciendo mal para que haya tanto divorcio, tanto suicidio, tanto malestar, tanta insatisfacción. Nunca hemos tenido tantos medios como hoy. Y sin embargo hay mucha gente que no se siente satisfecha. ¿Qué está pasando? ¿Será que la libertad que se predica no es una libertad verdadera?

Idea: la sociedad es necesaria para el desarrollo del hombre. Sin embargo, a veces va en su contra. ¿Qué problemas ves tú que degradan al hombre?

martes, 14 de febrero de 2017

¿La culpa es de las familias?

Hay padres que no lo hacen bien (Chaunu)
Es frecuente que los profesores se quejen mucho del comportamiento de los alumnos: ya no saben lo qué es el respeto y son unos maleducados. Y los profesores echan la culpa a los padres. De hecho, son muchas más las veces que hay que soportarlos a ellos que a los hijos. ¿Qué pasa aquí? ¿La culpa es de las familias?

Partiendo del hecho de que los padres son los primeros responsables de la educación de sus hijos, se puede echar la culpa a la familia. Ahora bien, en algunos casos, solo se le puede echar parte de la culpa. Porque igual lo han hecho muy bien y aun así no ha sido suficiente. Porque, aunque el papel de la familia es necesario, no es suficiente. Hay otros muchos agentes educativos: los amigos, el colegio, en definitiva, el ambiente en el que te mueves. La sociedad también tiene un papel educativo, y en muchas ocasiones es muy flojo.

Por tanto, no juzguemos solo a las familias, analicemos también cómo está la sociedad de hoy y qué ofrece a los niños y jóvenes; y analicemos también el sistema educativo. Entonces se verá, sí, que hay padres que no lo hacen bien, y que los medios con los que cuentan tampoco les ayudan.

Idea: el problema no es sólo de las familias, es un problema mucho más amplio.

martes, 7 de febrero de 2017

Eureka

Imagen tomada de Paperblog
Ayer se me ocurrió una idea estupenda. Ya no ando tanto por la calle, así que no presencio tantas anécdotas. Debido a esta escasez, se me ocurrió mezclar las dos pasiones de mi vida: Dios y la educación. ¿De qué modo? Pues exponiendo de qué manera la Iglesia y la educación tienen un papel vital en el mundo de hoy.

Muchas de las situaciones que plasmaba en mi anterior blog clamaban al cielo. Algo había en este mundo que no funcionaba. Y sigue habiéndolo. Así que en este espacio pondré reflexiones sobre la situación del mundo y posibles principios de acción.

No pretendo dar recetas. No soy quién para hacerlo. Pero sí que puedo hablar en alto. Sí que puedo dar una opinión desde lo que yo he vivido y estudiado. Quizás alguien encuentre inspiración en lo que lee. Quizás alguien me ayude a enfocar las cosas de otra manera. Quizás alguien me haga ver cosas que no veía. Quizás alguien me ayude a darme cuenta de mis errores. Lo que sea... Para eso está este espacio: para, entre todos, dar un poco de luz a este mundo que, cada vez más, está sumido en tinieblas.

Publicaré una entrada semanal, los martes a primera hora (tipo las 8:30). Espero que lo disfrutéis.